Así es, el gringo está hoy de cumpleaños, me alcanzó. Ahora ambos estamos más cerca de los 40 que de los 30 ¡Sí! No podrá seguir diciéndome anciana hasta el 11 de octubre próximo.
A diferencia de la mayor parte de los habitantes de este planeta, el gringo se merece todo lo bueno que le pasa y pueda llegar a pasarle en esta vida. Él no es una persona que se encuentre fácilmente, no.
Entre muchas otras cualidades, el gringo hace gala de una honestidad a toda prueba y es un tipo bien intencionado, que es lo que más aprecio en él.
Somos muy distintos en varios aspectos. Él es una persona muy sociable y yo no mucho, en realidad. Como a todo macho alfa, le gusta el fútbol y la cerveza, en lo primero nunca podré acompañarlo, mientras que en lo segundo "estamos daos", me encanta la cerveza.
Sus amigos lo quieren muchísimo y los conserva desde el colegio. En general es una persona muy querida, porque da buenos consejos y se preocupa de verdad por los demás. Es buen hijo, pero no mamón ni hijito de sus papás y su familia es aclanada, como la mía. Y, por último, opino que tiene excelente gusto en cerveza y mujeres (viene de cerca la recomendación, ja, ja, ja).
Desde que lo conozco, me repito lo increíblemente afortunada que soy y lo único que me interesa es tratar de hacer feliz a este hombre, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que nunca quiera irse de mi lado.
Todas las felicidades del mundo para él.
Este es un collage que hice con fotos suyas y nuestras. Nos leemos.
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