lunes, 10 de agosto de 2009

Fin de Semana con Rotavirus


Para variar me agarré un bicho asqueroso, a pesar de tomar "Uno Al Día", cápsulas de propóleo a diario y abrigarme como musulmana en las mañanas, no hay caso: volví a enfermarme.

Esta vez es un rotavirus que le dio a mi sobrinita. Los síntomas son gastrointestinales (no entraré en detalles).

Por supuesto me sentí pésimo en medio de una reunión con todos los directores de mi pega, tuve que mandar a comprar un Valpin y tomármelo en la mitad de dicha reunión (de cuya coordinación y presentación de documentos estaba a cargo yo, para peor), y salir mil veces al baño.

En la tarde sufrí lo indecible hasta la hora de salida, pero por suerte no hubo muchos llamados y estuve tranquila.

En mi casa me enchufé a la vena todo lo posible: Kaloba y Valpin (mi corazón no permite otra cosa).

Pasé otro maravilloso fin de semana en cama, para variar. Últimamente se ha convertido en costumbre, por desgracia. Y me perdí el concierto de Battery el sábado en la noche.

Me dediqué a buscar pega por internet y ver el cable.

En el Eurochannel y el EuropaEuropa ví películas y series francesas e italianas buenísimas. El sábado en la noche me topé con The Remains Of The Day y me atrapó, siempre me ha gustado esa película y es la que hizo que mi actor favorito sea Anthony Hopkins. También me entretuve con series tontorronas como Friends, Two And A Half Men y The New Adventures Of Old Christine (para eso me apagué el cerebro un rato). Del History Channel volví a ver El Origen de la Vida y varios capítulos de El Universo como Grandes Objetos (excelente), el capítulo de zapatillas de Maravillas Modernas y una repetición de Pie Grande en MonsterQuest (estaba como ruido de fondo, realmente lo encuentro harto tontorrón ese programa).

El domingo en la tarde, a riesgo de contagio, me vino a ver el gringou y vimos ¡Viven!, la película del accidente de los rugbistas uruguayos en la Cordillera de Los Andes. Hacía mucho tiempo que no la veía (es de 1992) y ya no me acordaba de mucho, así es que lo pasé bien. Además, con el gringo cualquier cosa es especial, incluso ver películas repetidas. Sí, es el efecto enamoramiento, lo sé.

De verdad espero que el próximo fin de semana sea más normal y poder salir de mi casa.

Nos leemos, habitantes de la blogósfera.

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