viernes, 16 de julio de 2010

Temuquenses


El fin de semana pasado tomamos un avión a Temuco y fuimos al matrimonio de una amigo del gringo de la época del magister. Él me invitó muy gentilmente y yo acepté encantada. Me encanta viajar y aún más en avión, me fascinan los aeropuertos, las tiendas, hasta la insípida comida, el solo hecho de volar me hace feliz.

Nos quedamos en el Hotel Bayern, que me pareció bastante bueno por el precio, pero la pieza tenía un eterno olor a leña requemada muy poco seductor.

No tuvimos tiempo para pasear por la ciudad ni ir al Mercado Central, estuvimos llenos de gratos compromisos todo el tiempo

Almorzamos en el restaurant El Criollo que tiene la cava más grande de la región. El vino Trío que tomamos estaba muy bueno. Comí trucha a la Criolla, es decir, en alusa foil con tomate, cebolla, queso y alcaparras, acompañada con papas cocidas, muy rica. Las machas a la parmesana de aperitivo se derretían en la boca, así estaban de blandas. Y el panqueque a la Criolla de postre era una delicia de manzanas caramelizadas.

Cuando escuchaba a estos hombres discutir acerca de los temas de sus memorias del magíster, pensaba lo maravilloso que es crear algo totalmente nuevo utilizando tu inteligencia y las herramientas que te da la educación. Y me inundó la admiración por los profesionales que construyen este país.

El matrimonio estuvo excelente, muy buena comida, pero poca al más puro estilo gourmet. Para mí es totalmente preferible la calidad a la cantidad. Todo estuvo rico, pero lo que más me gustó fueron los chocolates artesanales después del café. De todas maneras no pudimos disfrutar plenamente, porque la novia tuvo un problema de salud y el doctor la mandó a hacer reposo esa misma noche y se quedaron sin luna de miel.

El domingo comimos un abundante almuerzo en la casa de los padres de un ex-compañero del magister del gringo. Muy cariñosos ellos. Hasta me prestaron su cama para dormir una breve siesta después del trasnoche y antes de tomar el avión a Santiago.

Por algo dicen que más vale tener amigos que plata.

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