sábado, 6 de septiembre de 2008

Nada es como uno cree

Al final las cosas caen por su propio peso, aunque uno se invente una realidad paralela en la que todo es alegría y felicidad.

La vida es difícil y lo seguirá siendo, pero no se puede renunciar a ser feliz.

El día que renuncie, por favor mátenme, gracias.

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