jueves, 26 de marzo de 2009

El resultado final

Tal y como lo predije, todo salió perfecto. Mi mamá MUY amó al gringo (y no sólo porque él le llevara chocolates, je, je, je).

Eso demuestra mi teoría de que la gente se deja impresionar por la belleza externa de una forma algunas veces más inconsciente que otras.

Claramente el gringo con su cara angelical pero varonil se ganó el favor de mi mamá rápidamente. Súmese a eso el que él llegó un poco más tarde porque se quedó trabajando (las madres siempre encuentran que el que los hombres sean trabajadores es muy importante y mientras más "machacas"*, mejor), que es un hombre sumamente "educadito" como lo describió ella misma, que encontró admirable el cuadro que ella bordó en punto cruz y se repitió el plato de comida que ella hizo, la batalla ya estaba ganada.

En realidad la forma en la que uno introduce a su pololo/a a su familia es importantísima en la relación futura. Puede parecer trivial, pero una presentación formal ¡pucha que ayuda! Incluso si los padres son del estilo liberal/relajado, porque a la gente le gusta tener seguridad, definir las cosas, odia las ambigüedades y ama las certezas, que son sinónimo de tranquilidad y bienestar.

Él es un hombre muy práctico, sabio y reflexivo, en cambio yo soy atarantada, impulsiva y etérea, por eso le copié la idea y resultó de lo más bien.

Balance: Positivísimo :)

*Léase sufrido o sacrificado en buen chileno.

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