Debo decir que la tocata de Genghis Khan en La Batuta el sábado pasado estuvo buenísima.
Gracias al guitarrista Diego García por la invitación doble.
En la foto estamos el gringo guapísimo, yo con mi mejor cara de rockera anciana decadente*, y dos personas que nunca habíamos visto en nuestras vidas, pero que finalmente son hermanos en el rock y en el gusto por Iron Maiden.
* Hoy leí en italiano que "es ser mejor ser odiado por lo que uno es, que ser amado por la máscara que uno lleva".
Al respecto puedo decir que sí, es verdad que tengo 35 años y voy a tocatas con niños de 19, pero me encuentro con compañeros de colegio y Universidad en esas mismas tocatas porque tienen mis mismos gustos musicales.
En algunos aspectos soy niña como muchos de los amigos de mi pololo que tienen mi edad. Me encanta jugar Guitar Hero y su equivalente para teclado de computador que se llama Rock Riot.
Desde que compré mi primer CD cuando tenía 14 años (Santana) he preferido el buen rock al pop vacío y siento pena por la gente que no sabe quién es Eddie Vedder pero vibra con Gloria Trevi.
Pero que prefiera el thrash metal al pop noventero no me convierte en una persona irresponsable e inmadura. Quiero a mis sobrinos y a los hijitos de mis amigos, y los cuido como lo más importante y valioso en el mundo.
La imagen de la mujer que está en la fotografía sólo es una impresión superficial de una mujer mucho más valiosa, profunda y con una gran capacidad de amar.
Ser rocker o thrasher no significa ser irresponsable, significa disfrutar de la mejor música y punto.