viernes, 1 de enero de 2010

Nuestro Primer Aniversario



Un día como hoy, el año pasado después de tres meses y medio de salir y de un viaje juntos a Arica, me pediste que fuera tu polola.

Fue una decisión que sé te costó tomar, porque ya no tenemos dieciocho años y no podemos ponernos a pololear a tontas y a locas sin pensar en el futuro.

Por lo mismo, nos dimos instancias como los viajes para poder conocernos más a fondo y poder tomar decisiones de manera más informada y con menos incertidumbre. A pesar de que sí creo en el refrán que dice que "el matrimonio es una lotería" (Hay casos como el de los padres de Tamara Schaymann que pololearon ocho años, pero al casarse él se volvió un monstruo que terminó matando a su propia hija).

Esa madrugada, hace un año, estaba muy ansiosa (no sabía qué me querías decir con tanta ceremonia). Y acepté ser tu polola muy emocionada y dichosa.


Este año, sin lugar a dudas, ha sido el mejor de mi vida, lleno de felicidad, amor, ternura y pasión. Debo confesar que en cierta forma yo ya había perdido la esperanza de encontrar al amor de mi vida y fuiste tú quien me la devolvió. Eso no tiene precio y nunca terminaré de agradecértelo.

De hecho, tengo tanto que agradecerte que no sabría por dónde empezar: si por tu constante preocupación y comprensión con mi enfermedad cardíaca, por tu cariño constante, la fidelidad que me has demostrado todo este tiempo (tengo la certeza de que no tienes ojos para otra), lo fácil que es ponerme de acuerdo contigo para cualquier cosa o la benevolencia infinita con que aceptas mis defectos (que para mí son gigantes, pero que contigo me parecen nimiedades), entre muchas otras cosas.

Sé que soy la mujer más afortunada de la Historia al tenerte a mi lado, lo he dicho mil veces, pero no puedo cansarme de repetirlo. Por ejemplo, hoy hablábamos de lo difícil que es encontrar una persona con quien disfrutar un silencio, los silencios normalmente son incómodos y uno tiende a tratar de llenarlos a como dé lugar. Nuestros silencios son totalmente plenos y compartidos con gozo. Eres una persona muy especial.

En este tiempo que llevamos conociéndonos me he dado cuenta de que eres un gran hombre y eso me impulsa a convertirme en una gran mujer para ser digna de acompañarte en la vida.

Espero que este sea el primer aniversario de muchos. Felicidades, mi amor.

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