jueves, 25 de diciembre de 2008

No trabajo el 26

¡Qué rico! No trabajo el 26 porque lo recuperé trabajando dos medios días sábado en el año.

No me malinterpreten, amo mi trabajo, me llena totalmente, soy feliz de ser ingeniero y al mismo tiempo poder contribuir a la sociedad con mi trabajo en una asociación sin fines de lucro, el que además tiene relación con una de las pasiones de mi vida: la música.

Pero de vez en cuando siento que vivo entre reuniones, llamados, capacitaciones y visitas de o a los usuarios de los sistemas que administro, y me siento abrumada.

Hay períodos en que no hay ninguna urgencia, por lo que hago mi trabajo tranquila, en otros momentos (como cuando se acercan las auditorías) me siento agobiada y que el día debiera tener más horas.

Trato de no estresarme, porque mi salud precaria no me permite darme ese lujo, así que distribuyo la pega para poder hacerla en varios días en vez de matarme en uno.

En fin, es bueno darse un descanso de todo.

Sé que cuando vuelva me va a estar esperando un montón de pega, porque entre otras cosas, uno de los sistemas que administro tiene alimentación mediante la página web institucional que no se cierra en los feriados, por lo que cuando abra mi bandeja de entrada estará repleta de requerimientos.

Bueno, iré abriendo uno a uno y atendiéndolos, no hay otra forma. En Cálculo II aprendí que la mejor forma de resolver un problema es "con calma y tiza", es decir, pensar tranquilamente y no utilizar ninguna otra herramienta que el cerebro.

Cuando pienso que tengo hoy, mañana y el fin de semana para descansar, no puedo sino sonreír.

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