Hoy conversaba con una amiga acerca de un íntimo suyo que había pololeado 7 años con su actual señora, de los cuales 2 habían vivido juntos. A él le costó mucho decidirse a dar el paso matrimonial, no quería casarse. La cosa más sorprendente es que le comentaba a mi amiga que, ahora que era tan feliz casado con ella, se arrepentía de no haberse casado antes.
Claro, reflexionaba ella, por mucho que uno viva con alguien, no se entrega tan facilmente si no hay un compromiso real de por medio.
Tiene razón, supongo que es algo biológico relacionado con que las mujeres prehistóricas debían contar con un macho que las protegiera y llevara alimento a las cuevas, por lo que si el compromiso no era absoluto, las crías no sobrevivirían y no tenía sentido procrearlas en primer lugar.
Sí, las mujeres reaccionamos al grado de compromiso de nuestra pareja. Hoy un colega que se acaba de separar, contaba que no tenía ninguna gana de sostener relaciones formales con mujer alguna. Según él, se los explicaba muy claramente a cada una y ellas decían estar de acuerdo, pero casi matemáticamente a la cuarta semana comenzaban a exigir un espacio-tiempo en su vida que él obviamente no estaba dispuesto a ceder y que repito había especificado con claridad.
Todo eso lo llevó a la conclusión de que las mujeres no pueden dejar de enrollarse.
I disagree in that point. Porque me pasó una vez, obviamente había atracción física pero nada más, lo pasamos increíble y se acabó. Debo reconocer que es la primera vez que me pasaba algo así y fue durante mi tercera década de vida, por lo tanto puede ser la excepción a la regla, no lo sé.
En fin, el punto es que se necesita encontrar el equilibrio entre arriesgarse, apostar por la otra persona y comprometerse de una vez por todas (a riesgo de ir muy rápido y luego darse cuenta de que no era la persona de tu vida) o ser muy cauteloso y precavido analizando cada paso antes de dar el otro para luego arrepentirse del tiempo perdido.
Una reflexión personal: El tiempo no vuelve, los errores en cambio nos ayudan a crecer como personas.
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