Ayer pasé un sábado ideal. Dormí muchas horas y después me dediqué a regalonear con el gringo, comimos y vimos una película arrendada por bazuca (Memento).
Es rico viajar juntos, pero también es exquisito no hacer nada, no tener que levantarse temprano para no perderse el tour, o cumplir los horarios del itinerario de viaje.
Si todos mis sábados fueran así, mi vida sería ideal.
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