miércoles, 28 de enero de 2009

Mi corazón es delicado, tiene que estar muy bien cuidado...

trátalo bien si lo has robado, cuídame, quiéreme, bésame, mímame, sí, uo uo uo...

Ayer fui al cardiólogo y ambos sonreíamos. Al auscultarme dijo: "nunca había escuchado tu corazón así, siempre hacía unas taquicardias locas". Yo reí de pura felicidad genuina.

Dr.: "Seguiremos con estas dosis un par de años más y luego veremos si es posible reducirlas"

Yo: "¿Y la razón de intentar reducirlas es?"

Dr.: "Principalmente porque es un medicamento que se toma tres veces al día, lo que puede ser esclavizante para el paciente, además es una droga cara y uno siempre trata de que los pacientes tomen las mínimas dosis posibles para mantener el mismo nivel de bienestar.

Yo: "Es cierto, el Ritmocor es carísimo. Antes pagaba noventa lucas mensuales en las cadenas de farmacias, ahora mi mamá descubrió Novofarma que es un depósito de medicamentos del laboratorio Recalcine y se redujo como treinta lucas"

Dr.: "Las más de sesenta lucas mensuales en propafenona clorhidrato están más que bien invertidas".

Yo asentí con la convicción de que decía una verdad como un templo.

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