¡Puchaaaaaaaa!!! Pobre gringo, el otro día le dí su sorpresa en el Metro y menos mal que le gustó. Son unas poleras que le quedaron gigantes. Obvio, si son para un mastodonte de como 90 kilos y el pobre pesa poco más de 80, je, je, je. Es que como él es tan alto, yo juraba que era XL. Y además tengo pésimo ojo para calcular los tamaños, generalmente me equivoco y ciertamente no estoy acostumbrada a comprar ropa de hombre.
Filo, por suerte es cosa de mandarlas a achicar un poco y punto. Por lo menos ahora ya sé qué talla tiene y para la próxima le voy a achuntar :P
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