jueves, 27 de noviembre de 2008

¡Que emoción!

Hoy el gringo y yo iremos a finiquitar los trámites para ir a Arica-Chungará el próximo fin de semana largo.

¡No lo puedo creer! ¡Nuestro primer viaje juntos! ¡Estoy tan entusiasmada que creo que voy a explotar!!!

Viajar me hace sentir viva. Me encanta turistear, patiperrear, llegar agotada al hotel, con todo lo visto en la retina y el corazón lleno de emociones (a veces encontradas, sobre todo cuando veo miseria o injusticia).

La idea del viaje es llegar a Arica tipo una de la tarde y al tiro tomar un tour por Arica y el Valle de Azapa, que es muy completo (tan completo que creo que sólo alcanzaremos a estar 5 minutos en cada parte), va por las playas, el Morro, el museo de la Guerra del Pacífico, parcelas agrícolas del Valle de Azapa y el museo arqueológico, de vuelta hace un recorrido un poco fome: va por la plaza, la catedral, la ex-aduana y la estación de ferrocarriles. Dura como 4 horas.

Los museos allá son impresionantes, tienen momias antiquísimas. Yo me siento sobrecogida ante tanta historia, mi lapso de vida es tan pequeño frente a esa cantidad de tiempo que no puedo menos que sentir una profunda humildad ante ello.

En el John Paul Getty Museum (California) ví por primera vez una moneda de la época romana en vivo y en directo, tuve esa sensación tan clara y fue tan profunda, que no he podido olvidarla nunca más. Es una mezcla de estupor y felicidad ante la constatación de que nuestras vidas son un minúsculo intervalo en la historia de la Humanidad.

Al día siguiente, partiríamos a las siete y media de la madrugada (para un viaje de placer es temprano, igual) hacia el Parque Nacional del Lauca. ¡Amo ese lugar!!! Fui una vez con mi colegio (por el año 90, creo) y fue absolutamente increíble. La Naturaleza no te deja respirar (y no por la falta de oxígeno en esas alturas, si no porque es tan maravillosa que uno pierde el aliento). Las parinas, guanacos, llamas y vicuñas que hay allá son mis animales salvajes favoritos (y eso que ví en vivo los animales que habitan en África).

En esa época yo tenía una salud bastante buena, tomaba medicamentos para el corazón, pero no había tenido ninguna crisis como la del año 2000. En fin, muchas de mis compañeras debieron quedarse en Putre porque se "apunaron" es decir sufrieron las consecuencias de la falta de oxígeno, en cambio yo llegaba a correr sin cansarme. Bueno, vivir en Chuquicamata te hace resistente a las condiciones de la altura, pero ahora llevo viviendo en Santiasco desde el '93, más de 15 años, así que mi inmunidad a la altura se evaporó. Por suerte el cardiólogo me dijo que no debiera tener problemas, que las personas de más de 50 años podrían.

El último día sería básicamente playa en la mañana y viaje a Santiasco en la tarde. Lo único malo de viajar es tener que volver a la realidad, pero depende de uno hacer que la rutina sea increíble y no una carga insoportable.

En fin, he aquí una página excelente para informarse sobre Arica, si uno va a viajar para allá:

http://www.arica.cl/

No hay comentarios: