jueves, 20 de noviembre de 2008

Un Día de Cama

Llevo un día de cama y no he hecho nada productivo, mi vida se reduce a:

- Jugar con las aplicaciones de Facebook (Pet Society, My Farm, Send Good Karma y otras),

- Beber té descafeinado y caldito a sorbos (ah, y agua de canela),

- Buscar a los Luraschi en el mundo por Facebook y tratar de comunicarme con ellos,

- Ver películas y series en la televisión satelital (la mayoría repetidas),

- Chatear en varios idiomas con mis lejanos parientes extranjeros y nacionales (es lo más entretenido),

- Afinar los detalles de la arrancada que nos pegaremos con el gringo el próximo fin de semana largo, si todo resulta bien (a estas alturas es casi imposible encontrar vuelos),

- Leer revistas mientras estaba cortada la luz (los reportajes de la Revista del Sábado son muy entretenidos),

- Dormir un rato,

- Pasar calor (me hace doler la cabeza),

- Mascar insípidas galletas de soda, mientras sueño con la suavidad y dulzura de los marshmallows,

- Hablar con el amoroso del gringo, que me llama para saber cómo estoy (lo mejor del día),

- Escribir correos electrónicos a la pega y revisar el Sistema para despachar lo más urgente y no encontrar el desastre máximo el lunes,

- Sufrir de retorcijones y dolor de guata con estoicismo.

Me encantaría escribir, crear, ver cinearte, pero el calor me aplasta y el dolor no me deja pensar. Quiero que esto se acabe de una buena vez.

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