lunes, 15 de junio de 2009

Independencia versus Abandono


Creo que a veces se me pasa la mano con el cuento de no depender de nadie y hago que el gringo se sienta abandonado, ejemplo:

G: Si no te sientes bien del corazón no vayas a la tocata de Transylvania, podemos hacer algo más relajado en la tarde y vernos igual.

V: ¡Claro! Ya decidí que no voy a ir a la tocata, llamé a la Consue para que nos juntemos el sábado en la noche.

G: ¡Ja, ja, ja! No te demoraste ni cinco minutos en armarte panorama. ¿Te tinca ir a ver Terminator 4 el domingo?

V: ¡Pucha! Es que el domingo voy a Los Andes.

G: Gracias por avisarme. Veo que me dejaste totalmente fuera de tu fin de semana. ¡Ja, ja, ja!

V: ¡Je, je, je! No totalmente, el sábado en la tarde es para ti. Podemos ver un video o una película del cable...

G: O simplemente regalonear, después vemos.

V: Pucha, perdona por no haberte dicho lo de Los Andes. Soy la peor polola del mundo.

G: No importa, si ya me dejaste totalmente fuera de tu fin de semana. ¡Ja, ja, ja!

Me estoy poniendo como mi mamá, quien nunca dice nada de lo que va a hacer hasta que está completamente segura, o sea, a última hora y me carga que haga eso.

¡Qué mal! Un poco de comunicación nunca ha matado a nadie, al contrario, es beneficioso para la pareja. Menos mal que el gringo, si bien es súper sentido y cobrador de sentimientos, se lo toma con humor si no a estas alturas ya estaríamos peleados.

Y es que él tiene razón en que: "Cuando uno está en pareja, toma las decisiones en pareja".

Creo que tengo miedo de perder mi individualidad y por eso hago planes por mi lado. Después de terminar una relación de cinco años me costó tanto volver a armar mis rutinas sola que ahora soy reticente a ceder mis espacios. Como todo en la vida es cuestión de equilibrio.

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