Este es el difraz que uso para salir en la noche.
No pertenece a ningún estereotipo en particular. Tiene un poco de todo: pelo liso, polera ultrafashion y jeans con zapatillas de todos los días para darle un toque informal. El maquillaje es exagerado para que dure después de saltar y cabecear horas en los conciertos de rock.
Después de años de flirtear con diversos estilos encontré el mío. Nunca me había preocupado mucho porque, por suerte, no trabajo con mi imagen sino con mi cerebro... pero, como me gustan los disfraces, aprovecho las salidas nocturnas para echar a volar la imaginación y jugar a combinar las prendas, supongo que sigo siendo una adolescente en ese sentido y que la coquetería femenina es un rasgo que me persigue a través de los años, a pesar se esquivarla por épocas.
Nos leemos.
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